Sabemos lo abrumador que puede llegar a ser escribir y enfrentar sea una hoja en blanco,por eso cuando nos hablan de las ventajas que tiene el journaling en cuanto a nuestra salud mental,a veces sentimos que tenemos que ser expertos escribiendo para poder experimentar los beneficios de esta práctica.
Pero tranquilosss, porque el journaling es para todo el mundo, es tan simple como escribir cualquier cosa que se te venga a la mente, todos y cada uno de tus pensamientos, para que, de alguna forma, dejen de ocupar espacio en tu cabeza, para así “despejarte” y ver tus problemas, situaciones complicadas, miedos, lo que sea que te esté inquietando,con un poco más de claridad.
Como sabemos que puede parecer difícil, pero conocemos todos los beneficios que tiene, decidimos hacer una pequeña guía de cinco pasos para contarte algunas cosas que puedes hacer para empezar poco a poco a enamorarte de esta práctica, volverlo un hábito y así sentir verdaderamente todas las ventajas que tiene.
Define una intención o un objetivo: empezar puede ser complicado, por eso es ideal que pienses cuál va a ser ese objetivo o esa intención que quieres lograr al escribir; despejar la mente, salir te de tu cabeza,agradecer o solo plasmar en el papel cómo fue tu día, lo que sientas está bien. Esto ayudará aqueseasconstantecontupráctica.
Escoge tu cuaderno: busca un cuaderno que te guste, que genere en ti el deseo de escribir y muy importante, que sea exclusivo para tu práctica de journaling. Puede ser el que tú quieras, con o sin rayas, cuadriculado, el que sientas que es mejor para ti.
Vuélvelo parte de tu rutina: define una misma hora para hacerlo todos los días, a la hora que te quede fácil y que estés seguro de que puedes hacerlo, lo importante es que lo cumplas.Vuélvelo un innegociable de tu día a día.
Empieza poco a poco: no esperes que la primera vez que te sientes a hacer journaling todo fluya y estés horas y horas desahogándote. Empieza escribiendo unos minutos y después, cuando te sientas más cómodx con la práctica aumenta el tiempo poco a poco, o simplemente déjate llevar por la intuición y hazlo hasta que sientas que ya es suficiente.
Repasa tu camino: cada cierto tiempo, revisa cuánto has avanzado y cómo has cambiado desde que empezaste a hacer journaling. Analiza cómo te hace sentir todo es o que antes escribías, frente a lo que estás viviendo en el presente. Esto seguro te motivará a continuar haciéndolo.
Estos son algunos pasos que te pueden ayudar a tomar la decisión de darle una oportunidad a esta práctica tan beneficiosa para la mente. Lo más importante de este proceso es que no te juzgues, este espacio es tuyo, así que deja todo a un lado y suéltate, sé libre y sé tú. Y recuerda que en el journaling no hay ninguna regla que dicte lo que debes escribir, exprésate como quieras y como lo sientas, si un día solo tienes pensamientos negativos, escríbelos, si después solo quieres decir gracias, agradece, déjate llevar por lo que sientes.
Y por último, suelta las expectativas, esta práctica no es salvadora, ni va a resolver toooodos tus problemas, pero sí puede ayudarte a soltar un poco y a conocerte muuucho mejor.
Ojalá te sirva esta información y que saques un espacio todos los días para escribir, lo acompañes con alguna bebida que disfrutes mucho y siquieres prendes una velita para darle un toque especial a este momento.
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¡¡Nos vemossss!!
